RESEÑA: LA FIERECILLA DOMADA (THE TAMING OF THE SHREW)- WILLIAM SHAKESPEARE
Bardo inmortal, ¡nunca dejas de
sorprenderme! Como ya se sabrá por aquí, soy muy MUY fan de las obras de
William Shakespeare, por lo que cuando encontré un libro que recopilaba varias
de ellas que aún no había podido leer, no me lo pensé dos veces y lo compré.
Estoy hablando concretamente del libro de la editorial Edimat llamado: Obras selectas
William Shakespeare. Esta editorial tiene a su vez recopilaciones de obras de
otros autores como Edgar Allan Poe, Julio Verne, Arthur Conan Doyle, Federico
García Lorca... Además, también editan libros que no son compilaciones de obras
de un mismo autor. La mayoría de las obras de William Shakespeare que tengo son
de esta editorial, ya sea en el libro que acabo de mencionar, como en otros
individuales. En esta ocasión me apetecía leer otra comedia suya que no había
tenido la oportunidad de saborear hasta la fecha, La fierecilla domada. Así de
primeras, debo decir que no me ha gustado tanto como la anterior que leí, Mucho
ruido y pocas nueces, pues La fierecilla me ha parecido menos graciosa en
general y algo liosa en su planteamiento, así como otras quejas respecto al
papel de la mujer en el matrimonio que mi mente del siglo XXI no tolera (y eso
que he intentado ponerme en la piel de alguien del siglo XVI). Obra escrita
entre 1593-1594, pertenece al grupo de las primeras comedias que escribió
Shakespeare.
Antes de ponerme a hablar de la
obra como tal, me gustaría mencionar que puede que en esta “reseña” se hagan
spoilers del contenido de la obra, pues como me ocurrió con la reseña anterior,
no me veo capaz de escribir nada acerca de ella sin mencionar determinados
sucesos que ocurren a lo largo de la comedia. Por tanto ante la amenaza DE QUE
OS HAGA SPOILERS DE LA OBRA, ACONSEJO QUE SI NO SE QUIERE SABER NADA ACERCA DE
ELLA, SE DEJE DE LEER INMEDIATAMENTE. Si no quieres hacer caso de mi
advertencia… corre de tu cuenta y riesgo. Luego no digas que no he avisado.
La fierecilla domada (también llamada La doma de la bravía) es una
comedia dividida en cinco actos que tiene la peculiaridad de contar una obra de
teatro dentro de otra obra. ¿Qué quiere decir esto? Que La fierecilla domada se
representa no directamente a un público como podríamos ser nosotros, sino que
es representada ante un viejo borracho al que están gastando una broma, y le
hacen creer por un momento que es un distinguido Lord que ha pasado los efectos
de una grave enfermedad que lo hacía delirar y creer que era quien en realidad
si es. Todo esto a la vez siendo representado para el público que seríamos
nosotros. ¿Menudo lio verdad? Pues con esta retorcida broma (que el pobre
borracho se cree de cabo a rabo) empieza la obra escrita por Shakespeare. Una
vez los cómicos que se presentan ante este supuesto Lord comienzan su obra de
teatro, este “Lord” y sus criados pasarán a ser otros meros espectadores de la
historia en la que se quiere centrar el autor. Esta primera parte de la obra
teatral se la suele conocer como “La iniciación” que da paso a la segunda
parte, “La fierecilla domada” propiamente dicha.
Esta “segunda” parte de la
historia tendrá como escenario la ciudad italiana de Padua. El argumento de la
obra, tiene como punto principal el mal
carácter de una de sus protagonistas femeninas, Katharina (en mi edición, no sé
si en otras traducciones le ponen otro nombre). Esto en principio no tendría
ningún misterio ni sería trascendente para la obra, excepto por el detalle de
que el padre de esta joven, Baptista, no quiere casar a su hija menor, Bianca,
hasta que Katharina no haya encontrado un pretendiente que ella misma no haya
sido capaz de ahuyentar con su mal carácter. Esto es un problema, pues varios
hombres se disputan en esos momentos la mano de la bella Bianca, que es todo lo
opuesto en carácter a su hermana mayor. Será entonces cuando aparezca
Petruchio, el cual tendrá la valentía de pretender a Katharina para el alivio
de su padre Baptista y de los pretendientes de Bianca (Hortensio, Gremio y
Lucencio). Estos ayudarán en todo lo posible a Petruchio a conseguir la mano de
Kate (para los amigos, que ya tenemos confianza LOL) para así poder ellos
mismos competir por conseguir la de Bianca. Este sería el planteamiento
principal de la obra. Tras esto, los
enredos se irán sucediendo a lo largo de la trama y habrá un inesperado giro al
final de la obra que pondrá fin a la misma.
Según he tenido la oportunidad de
investigar un poco más acerca de esta obra, el argumento principal no sería una
obra genuina de Shakespeare. Antes de que el famoso dramaturgo escribiese La
fierecilla domada, existían obras que trataban un argumento parecido, teniendo
un ejemplo en España con los cuentos del Conde Lucanor. Aún así, estas
afirmaciones no quieren decir que Shakespeare se inspirase de textos como el
anterior citado, sino simplemente que no es pionero en crear una historia así. Además,
aunque se hubiese inspirado en esas obras anteriores que tratan el tema de
“domar a una mujer bravía por parte de su marido” la obra del dramaturgo
isabelino no tiene que ver con el resto. Las obras de este autor siempre tienen
su toque personal que no deja indiferente. Los diálogos están llenos de ingenio
y los juegos de palabras son notables. Eso es algo que me encanta de
Shakespeare, que juega con el lenguaje y lo modela a su antojo para crear verdaderas
joyas de la literatura con unos personajes perspicaces e inteligentes.
Probablemente, a pesar de que sea algo complicado, la obra sea mucho más
enriquecedora en su idioma original y por eso todos los matices del lenguaje de
Shakespeare no nos llegan por muy buenas traducciones que se hagan.
En lo que se refiere a los
personajes, por encima de todos me gustaría destacar a las dos protagonistas
femeninas, pues el contraste de personalidades en ellas es abrumador. Por un
lado esta Katharina, que tiene muchísimo carácter y no siempre está de acuerdo
con lo que se le dice y en parte, le gusta molestar a los demás. Esto en la
sociedad de la época no está bien visto en las mujeres (y para que vamos a
engañarnos, actualmente tampoco). Se prefiere que sean como su hermana Bianca,
que es muy dulce y siempre mantiene la compostura y por ende, que calle y sirva
al hombre (ya sea padre, marido o hermano). Es por este contraste que
Katharina, según su padre y su pretendiente “necesita ser domada” y de ahí el
título de la obra.
Como opinión personal diré que antes
he mencionado el tema de “la doma de una mujer por parte de su marido” porque
es el tema principal de la obra. Ciertamente lo es, pero para los lectores del
siglo XXI en el que se “supone” que la mujer debería tener los mismos derechos
que el hombre (y todos sabemos que por desgracia no es así y mucha gente aún
sigue con esta mentalidad del siglo XVI), la obra crea cierto rechazo ante esos
evidentes comportamientos machistas. Es por esa razón una de las obras que
menos me gustan de Shakespeare. Siempre hay que andar con la mente puesta en
que la época en la que vivió Shakespeare fue muy distinta a la que ahora
vivimos y los “derechos” de las mujeres eran prácticamente nulos (por no decir
nulos directamente… ¿derechos de la mujer? ¿Eso se come?). Las mujeres del
siglo XVI ideales están representadas bajo la figura de Bianca y si eran como
Katharina y no le debían sumisión a tu padre o marido, ya necesitaban ser
“domadas”. Pero eso no quiere decir que me parezca un argumento correcto ni que
el cambio de época lo justifique. Me parece francamente indignante el trato que
recibe por parte de su pretendiente esta protagonista, rozando el maltrato
psicológico al que tiene que ceder para encontrar algo de “tranquilidad” y
“felicidad” en su vida conyugal. Más indignante me parece aún el parlamento al
final de la obra que recita Katharina sobre las virtudes de una buena esposa. El
conflicto que me causa este aspecto de la obra es que no se con que finalidad
la escribió Shakespeare. ¿La escribió como una crítica (disfraza de comedia)
hacia el trato que recibían las mujeres en sus matrimonios? O ¿La escribió
porque realmente pensaba que la mujer virtuosa debía ser como Bianca y quería
hacer de las desgracias de Katharina durante su “doma” algo jocoso? Supongo que
debo investigar más en ese aspecto y mi corazón quiere creer que el mensaje que
da la obra es primero de los dos planteados. Lo que si tengo claro es que me
alegro de haber leído esta comedia, porque a pesar del tono claramente
machista; los juegos en los diálogos de Shakespeare y el uso del recurso técnico de una obra
dentro de otra obra le dan el toque que solo alguien de la grandeza de William
Shakespeare sabría dar. Además, a pesar de haber dicho unas líneas más arriba
que esta obra de teatro no me ha gustado tanto como otras, debo decir que una
de las razones por las que me enamora tanto este dramaturgo son los temas que
trata en sus escritos. Quiero decir, el tema de la “doma de la mujer”; de cómo
debe ser la mujer para que un hombre la quiera, etc.; no es algo tan lejano hoy
en día si se piensa fríamente. Y la peculiaridad de las obras de Shakespeare es
eso justamente, que tratan temas universales que en algunos casos, como este y
por desgracia, siguen estando a la orden del día para el hombre y mujer del
siglo XXI. Por tanto, aunque no es de sus mejores obras (para mi gusto, no soy
profesional en esto, solo doy mi opinión personal), recomiendo su lectura, para
que vosotros mismos os podáis hacer una idea propia y comentarme que os parece
la obra y el mensaje que transmite. Y ya que estoy, si os gusta el cine
adolescente estadounidense, os recomiendo también que veáis la película de 10
things I hate about you o conocida en España como Diez razones para odiarte, de
los años 90 (con nuestro querido Heath Ledger como prota masculino) porque está
inspirada en el clásico de una manera muy sutil y divertida.
¡Un saludo!
PETRUCHIO.- ¿Quién desconoce dónde lleva una avispa su aguijón? En la
cola.
KATHARINA.- En la lengua.
PETRUCHIO.- ¿Qué lengua?
KATHARINA.- La vuestra si cuentas cuentos como éstos; así pues, que te
vaya bien. (Se da la vuelta para irse.)
Comentarios
Publicar un comentario